Vivimos en un mundo de imágenes producidas en serie. Asistimos a una colonización constante de reproducciones de iconos surgidos de las entrañas de las grandes corporaciones, las cuales establecen las directrices de la cultura de masas: la cultura pop.
En cualquier parte del mundo y en nuestro entorno inmediato nos encontramos una y otra vez con las mismas imágenes, las mismas copias. Mi propuesta rae en interceder en este entramado para poner en circulación imágenes que escapen a esta lógica de mercado. Imágenes limpias y libres de un aparato de merchandising detrás. Imágenes destinadas a ir a paredes de comedores, habitaciones, locales de amigos, bares, lavabos, etc.., espacios que habitamos cotidianamente.
La temática: la belleza. Mi propuesta busca un tipo de imagen etérea, donde todos los elementos queden perfectamente combinados y transmitan un efecto agradable y armonioso, del mismo modo que hace la publicidad pero sin vender o anunciar nada tangible.
El proceso por llegar se ha dado mediante la conversación y colaboración de muchos amigos que me han aportado el concepto. El discurso que a estas imágenes incorporan es, pues, producto de este trabajo de puesta en común.
Fotos. Andrea Gabriela Eidenhammer
